El libro sagrado

tuve q borrarlo, asi q lo pongo aqui de nuevo:

Capítulo I
La creación del Universo.

Hace millones de años, Rukia vagaba como Diosa que era y es, por la nada. Porque al principio eso es lo que había, nada. Rukia lo pasaba absorta en su pensamientos, ya que ella lo sabía todo... Absolutamente todo. Era tan poderosa que no podía parar de emanar energía. Rukia quería gozar más tiempo de su soledad que hasta entonces había sido eterna, por lo que decidió canalizar su energía y centrarla en un punto de su cuerpo. Pero era tal la energía que desprendía que sólo vió una solución posible antes de su propia destrucción. Materializar esa energía en un hadou, el número uno.
Y Rukia, miró sus cuerpo desnudo, y luego sus brazos... Y dijo así:
Hadou nº 1 ¡CREACIÓN UNIVERSAL!
De aquel hadou surgió todo lo que puedas imaginar, absolutamente todo. El Universo entero salió de dos dedos de Rukia.
Ahora Rukia era una una Diosa creadora, había creado un Universo... Pero no le interesaba mucho la idea de tener más gente por lo que el Universo fue abandonado durante miles y millones de años... Pero un día, a Rukia le entró curiosidad.
De el hadou nº 2 (Creación de Vida) surgió la vida. La observó... Observó bestias, especies sin ápice de inteligencia en su mirada. Sin sentimientos, sin curiosidad. Creó razas similares en 11 planetas además de este. Rukia se percató de esto y se dijo de dar la oportunidad a estas criaturas para poder pensar, poder vivir de otra manera. Tal vez siendo inteligentes su calidad de vida sería mayor. Espolvoreó energía por las atmósferas de sus 12 planetas y esperó. En cada planeta surgió una raza inteligente, cada cual distinta... Ahora que los animales podían evolucionar, esto era más interesante... Pero por alguna razón, el planeta en el cual se había esmerado tanto (el nuestro) se frenó. Sus animales no cambiaban, seguían siendo bestias y por más que pasaba el tiempo, las bestias iban siendo cada vez más grandes y estúpidas. Así pues, Rukia materializó un haduo de meteoritos contra la Tierra y los seres vivos murieron. Pasó olímpicamente de La Tierra surante otros millones de años, hasta que un día, decidió echar un vistazo... Se qudó un tanto asombrada. Eran... Eran homínidos. La raza que más se asimilaba a su imagen. Esto a Rukia le alegró y decidió pasarse por aquí más a menudo. Fue tal se doboción en este planeta que por los 11 restantes sólo pasaba para renovar la energía interior del planeta. Rukia decidió no intervenir más. Ahora que había conseguido lo que quería, prefirió esperar a que nosotros mismos aprendiésemos lo que quisiésemos. Los falsos ídolos no le importaban... Formaba parte de nosotros y... Psst, no nos engañemos. Le pilló cariño a nuestra forma de vida pero nosotros le eramos indiferente.
Y hasta aquí el primer capítulo. La creación del Universo y de la vida inteligente en nuestro planeta.

Capítulo II
La humana elegida.
Rukia dejó este planeta progresar sin su ayuda... Pero no todo fue bien, pues en la era de los antiguos dioses, de los señores de la guerra y de los reyes una tierra convulsionada clamaba por un héroe, y Rukia decidió interbenir.
Dotó a una humana el don divino de la fuerza e inteligencia supremas... Ella era Xena, una temible princesa forjada en el calor de la batalla (pues para ganar sus dones luchó en los peores campos de batalla). Poderosa, pasional, peligrosa... Su valentía cambió el mundo pues estaba destinada a hacer grandes cosas y Rukia lo sabía.
Durante su vida realizó tales hazañas que Rukia no dudó en reconocerla como diosa que era. Xena creó su propio universo, Locura de Xena.